Por Dossier San Juan
El eclesiástico ya recibió una pena por el delito contra la integridad sexual y está siendo investigado por abuso sexual contra un chico menor de edad.El Arzobispado, ¿fue testigo?
Corría el año 2018, y un presunto caso de abuso sexual, que tenía como protagonista a un sacerdote sanjuanino, sacudió a la provincia. Walter Bustos fue denunciado aquel año por abuso sexual en perjuicio de tres de sus sobrinos menores de edad, por ese motivo, el religioso se entregó en la Central de Policía para ser investigado por la Justicia.
En aquel momento, Bustos terminó procesado con prisión preventiva, acusado de abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por ser religioso, por tener la guarda y por haber causado un grave daño en la salud mental de los niños.
Sin embargo, un año después el sacerdote saldría en libertad. Su abogado en aquel entonces Juan Bautista Bueno logró que se atenuara el procesamiento. Tras apelar la resolución, la Sala III de la Cámara Penal determinó que no hubo ningún tipo de abuso contra el mayor de sus sobrinos por lo que le otorgó el sobreseimiento. Luego, bajó la tipificación del delito con el resto. Finalmente la causa quedó en abuso sexual simple, agravado por el daño en su salud mental contra dos de sus sobrinos. Esto le permitió la excarcelación.
A pesar de eso, parece que bustos, tan inocente no era. Hace aproximadamente un mes, en la Unidad Fiscal de Investigaciones CAVIG, se radicó una denuncia en la que aseguraba que el sacerdote Walter Bustos, había abusado de un menor de edad. Por lo que, la justicia dispuso de la detención del cura. El hecho se habría producido hace algunos años atrás, cuando Bustos todavía era vicario de la parroquia de Valle Fértil. En aquel entonces, le habría practicado sexo oral a un menor.
Finalmente, la Sala I de la Cámara Penal condenó al sacerdote a la pena de 1 año y 8 meses de prisión condicional por el abuso sexual de uno de los menores, sobrinos del cura. En el otro caso, por el que era juzgado, fue declarado inocente por el beneficio de la duda. “Nunca fui un abusador, estoy cansado de que me vean como un abusador (…), siempre respeté a los niños porque son lo más sagrado. Me duele la traición y las mentiras, esto lo hicieron para tapar los abusos de F. Le pido justicia su señoría y que crea en mi inocencia», había exclamado el sacerdote durante el juicio.
Días después, la justicia ordenó el allanamiento del Arzobispado de San Juan, donde se encontró un acta en la que está plasmado el testimonio de la víctima contra Bustos, más su firma, la de Gómez y Cuello, indicaron las fuentes. En el escrito resalta el «juramento» de guardar secreto. No fue lo único que se secuestró, ya que también se llevaron una nota redactada por el denunciante de todo lo vivido con Bustos, de su puño y letra, aseguraron.
Eso no fue el único resultado que arrojó el allanamiento en el Arzobispado. El Fiscal que lleva adelante la causa, Mario Panneta, aseguró que “en el marco de la documentación secuestrada encontramos una planilla, informal, que tiene anotado un listado de nombres, de distintos sacerdotes. Tienen imputado un pago, es decir, recaudaron fondos y, por supuesto, también hay un recibo unido a la planilla y a una carátula que dice honorarios Walter Bustos.”
El letrado infiere que es un aporte de los sacerdotes para ayudar en la defensa de Bustos, para ayudar en la causa de abuso contra su sobrino, en 2018. En ese marco, trascendió que entre los que colaboraron en esta colecta aparece el actual Arzobispo, Jorge Lozano y el juez eclesiástico, David Gómez, entre otros.
