Por Dossier San Juan
El informe forense reveló que el trabajador falleció a raíz de una descarga eléctrica mientras se encontraba realizando sus tareas laborales.
Un operario de una conocida fábrica sanjuanina murió, según reveló el informe forense, a raíz de una descarga eléctrica. Ocurrió mientras el muchacho se encontraba realizando sus tareas laborales cotidianas en la fábrica Cattorini.
La grabación de una cámara de seguridad registró el preciso momento en que el joven operario se apoya en una turbina y se desploma. En principio, no le detectaron lesiones y todo hacía suponer que obrero había muerto por un posible infarto. La autopsia, sin embargo, reveló que tenía unas pequeñas quemaduras y que estas eran consecuencia de un golpe de corriente. Así, lo que se creía era un deceso por causas naturales, resultó ser una muerte por electrocución.
Este informe hizo dar un giro total en la causa judicial en torno la muerte de Fabricio Manuel González Meza, el obrero que perdió la vida el domingo último en horas de la tarde en el sector de producción de la conocida planta de la fábrica de vidrios Cattorini Hnos., en avenida Benavidez, en Santa Lucía.
Esto pone en la mira los responsables y directivos de la empresa, dado que todo indica que había una fuga de corriente eléctrica en una de las turbinas en el sector donde trabajaba el joven de 21 años y que nadie la detectó. Hacía dos años y medio que González Meza trabajaba en dicha fábrica. Comenzó cumpliendo funciones de limpieza, pero después se desempeñó como operario.
Con dos hijos
Fabricio, apodado “El Fleco”, estaba en pareja y era papá de un nene de 2 años y una niña de apenas 5 meses, con quienes vivía en una casa que alquilan en el barrio Los Andes, en Chimbas. Amante del futbol y fanático de Club San Lorenzo, hasta era miembro de la Peña San Juan y Boedo. Ese era el joven obrero que murió accidentalmente el domingo último en el interior de la fábrica Cattorini.
Ese día entró a trabajar a las 18. Media hora después sufrió esa desgracia en el sector de producción. Estaba solo en esos momentos, explicaron. Pero una cámara de seguridad logró captar el instante en que el operario apoya su espalda en la estructura metálica de una turbina, luego se desliza hacia un costado y caen al suelo, según explicaron fuentes del caso.
Las imágenes no alcanzaban para explicar qué le había pasado. Lo cierto es que su muerte fue en el acto y el médico legista que fue examinó el cuerpo en el lugar no le vio heridas o lesiones que hicieran suponer que tuvo un accidente. Por eso se creyó que su deceso era producto de un ataque al corazón u otro problema de salud. Además, en principio no detectaron algún problema eléctrico o una fuga de corriente, aclararon allegado al caso.
La autopsia fue clave
El fiscal Renato Roca, de turno en la Unidad Fiscal de Investigaciones de Delitos Especiales, no se quedó con esa primera versión. Fue así que pidió que le practicaran la autopsia. El forense que revisó el cadáver descubrió algo que no había visto anteriormente: una quemadura en la palma de una mano y otra lesión similar en la otra mano. El especialista también llegó a la conclusión que el joven había muerto como consecuencia de una descarga eléctrica y que esas heridas eran producto de la circulación de la corriente por su cuerpo.
“A nosotros no nos dieron ninguna explicación. Hasta último momento pedí ver el cuerpo de mi hijo, pero no me dejaron. Mi hijo se fue sin que yo lo pueda ver, me entregaron el cajón cerrado. Todo me pareció raro desde el comienzo, no nos quería decir nada. Recién el lunes, cuando nos dieron el certificado de defunción, el médico forense me explicó que se había electrocutado. Los de la empresa también se enteraron ahí”, relató Verónica Meza, la mamá de “El Fleco” González Meza. El joven era el segundo de cuatro hijos.
La causa hasta ahora sigue siendo investigada como una muerte accidental, pero podría pasar a homicidio culposo, ahí habrá que ver qué responsabilidad le cabe por esta muerte al personal de mantenimiento, a los responsables de ese sector de la fábrica o a los directivos de la empresa. Según trascendió, se dispuso que unos especialistas en electricidad realicen las pericias y se secuestre el aparato donde supuestamente se produjo la fuga de corriente.
“Queremos que todo se aclare. Esto es muy duro. No sabemos cómo superar la perdida de mi hijo, pero tenemos que seguir, más por sus hijos que son muy pequeños”, expresó Verónica, que ahora hace compañía a su nuera y a sus dos nietos. La familia puso un abogado para seguir el caso.
Fuente: Tiempo de San Juan
