Por Charbel León Sefair
Conflictos, renuncias y arrepentimientos, el tire y afloje entre el Sindicato Médico y el Gobierno, no cesa.
Son esenciales, imprescindibles, ni hablar en tiempos de pandemia, los médicos son un eslabón fundamental de la cadena de una sociedad, la salud junto a la educación son pilares primordiales de estado. Con la pandemia azotando en todo el mundo, el trabajo de los médicos se volvió elemental, aunque en San Juan hubo algunas complicaciones.
A fines del mes pasado, el Sindicato Médico de San Juan, sorprendió con un comunicado. El mismo rezaba que el 99% de los médicos del Servicio 107 había renunciado. Baldazo de agua fría, para la población, como así también para el Gobierno. Los motivos de aquella decisión (entre otros) fue la fallida negociación salarial entre el Gobierno y el Sindicato Médico.
Los trabajadores de la salud no aceptaron el aumento de 25% que el Gobierno ordenó por decreto, y la bomba estalló. “Ante nuestras denuncias, Salud Pública miró para otro lado, profesionales que lo único que querían era trabajar tranquilos y que se los reconociera como corresponde efectivizaron su renuncia mediante telegrama y permanecerán en sus puestos de trabajo sólo durante quince días más” expresaba parte del comunicado que por aquel entonces emitió el Sindicato Médico.
23 de los 24 médicos estamparon su renuncia y la situación sembró dudas, es que los propios médicos del Servicio 107 aseguran que estuvieron trabajando con 3 o 4 profesionales cuando el pliego de licitación indica que deberían ser 12.
“El Ministerio de Salud Pública no toma las medidas que tiene que tomar, no sé cómo van a garantizar el servicio, tienen que tener la cantidad necesaria de médicos, nunca antes la han tenido, hay gente que no está preparada para subir a una ambulancia y sube igual. El conflicto va a seguir, más allá de que suplan con algunos profesionales algunas guardias. Mandaron a pedir médicos a San Luis, a Mendoza y no han conseguido” expresó el titular del Sindicato Médico, Daniel Sanna.
Claramente el conflicto no terminó, y lejos está de terminar. Al parecer la novela tiene muchos capítulos más para dar. Un grupo de médicos que estampó la renuncia dijo estar arrepentido de la decisión. El que alzó su voz, del otro lado del cuadrilátero, fue Juan Valiente, el jefe del Servicio de Emergencias 107
“Se está reemplazando a los médicos que renunciaron, un grupo menor se manifestó arrepentido luego de haber presentado la renuncia. Ellos quieren volver. Ahora estamos con reuniones con esos médicos que nos han llamado. Nos estamos tomando el tiempo para escucharlos y tomar una decisión”.
En respuesta a los dichos de Sanna, Valiente aseguró “nosotros salimos a buscar médicos dentro y fuera de la provincia, esto no es nuevo. El recurso médico es bastante finito por lo tanto la búsqueda de personal nunca cesa en el año”.
Lejos de un clima ideal, los acontecimientos no son los mejores, ni para los Profesionales de la Salud, tampoco para el Gobierno, mucho menos para la población. Una población golpeada por la pandemia, hoy más que nunca necesita de los médicos, de esos “Superhéroes sin capa”, necesita encontrar un poco de calma entre tanto alboroto, necesita de gobernantes pensantes, que tomen decisiones acertadas.
El conflicto debió ser resuelto en tiempo y forma, dejando satisfechas a ambas partes, las renuncias podrían haberse evitado y el Sistema podría prepararse de mejor manera para no colapsar. Con trabajo y respeto hacia el otro, grandes cosas se pueden lograr. El pueblo sanjuanino solo pretende una atención médica a la altura que una pandemia merece.
