Por Dossier San Juan
Los reos fueron recapturados y los policías comprometidos se presentaron ante la justicia.
La tranquilidad que reinaba en el Departamento de Pocito terminó cuando tres presos se dieron a la fuga de la Comisaría 7ma de manera insólita. Los delincuentes lograron abrir el candado del calabozo aprovechando que no había ningún uniformado en la zona para poder verlos y se dieron a la fuga por los fondos de la comisaría.
De forma inmediata los investigadores detuvieron a dos policías, sospechados por haber complotado en el escape de los tres detenidos. Fueron aprehendidos dos efectivos que trabajan en la sede de Pocito. Justamente en la zona de calabozos. Los detenidos fueron los agentes Maximiliano Leonel Bustos y Facundo Exequiel Ortiz, que cumplían las funciones de calaboceros en la dependencia al momento de producirse la evasión de los arrestados: Facundo Ceferino Vega Arroyo de 21 años, Darío Ezequiel Tapias de 25 años y Walter Ismael Romero de 21 años.
Luego de un importante operativo cerrojo de parte de los uniformados, lograron detener a los prófugos. Después de que se realizó la inspección en la zona de calabozos de la Seccional, los fiscales se llevaron una sorpresa al descubrir que el candado estaba en perfectas condiciones, es decir, no fue forzado.
Los funcionarios de la Unidad Fiscal de Delitos Especiales N°3 investigan si hubo errores, negligencia o facilitamiento por parte de los policías en la evasión de los detenidos. Por eso, secuestraron los libros de novedades y del calabocero, como también el candado de seguridad del calabozo en el que estaban los presos que se fugaron y, además, las cámaras de seguridad de la Comisaría.
Los sujetos habían llegado a la dependencia pocitana luego de ser trasladados de la Comisaría 6 de Rawson, por un principio de incendio en una celda. De acuerdo con los primeros informes, lo que alertó a los policías de la comisaria pocitana fue no escuchar nada de ruido en el calaboso. Al momento de ir a controlar la llamativa «tranquilidad», se toparon con la ausencia de los tres hombres.
Al respecto se expresó Luis Martínez, el Jefe de la Policía de San Juan dijo que “Son acontecimientos que no deberían ocurrir, pero yo siempre sostengo que estas acciones individuales, particulares no empañan el prestigio que la policía tiene con la comunidad sanjuanina». «Desde el principio de la gestión hice foco en la capacitación. Que el policía esté cerca de la comunidad e instruido. En cuando a las sanciones, dependerá de lo que diga la parte investigativa.”
Finalmente, los policías que habían sido detenidos, quedaron en libertad luego de presentarse ante la justicia. Por recomendación de la defensa, ninguno de los policías declaró en esta primera instancia.
Si bien originalmente se habló en tribunales de atribuirles el delito de evasión culposa, ahora les atribuyen el cargo de «favorecimiento doloso, evasión», es decir, que para los investigadores hubo intención de dejar escapar a los presos. Por ello, se les secuestraron los celulares a los uniformados para establecer si hubo algún acuerdo previo con los delincuentes.
El juez de Garantías, Javier Figuerola, decidió excarcelarlos y fijó 3 meses para la etapa investigativa de este hecho que salpica a los policías sanjuaninos y que cobró notoriedad nacional dados los videos donde se ve cómo los malvivientes escapan sin ningún tipo de inconveniente, abriendo el candado del calabozo sin resistencia.
