Por Dossier San Juan
Los acusan del delito federal de contrabando. Incluso, les secuestraron un avión para peritarlo. A los días, la empresa sacó un comunicado esclareciendo la situación.
Una grave acusación se tramita en el fuero Federal contra la empresa multinacional Barrick -con asiento también en San Juan- por el delito de contrabando. Como primera medida, en la Justicia ordenaron el secuestro de un avión, con el que habrían perpetrado el delito, para peritarlo.
El procedimiento se llevó adelante en los últimos días de enero, en el aeropuerto internacional El Plumerillo de Mendoza. Apenas aterrizó el avión, personal de Aduana y de Seguridad Aueroportuaria lo secuestró para dejarlo a disposición de la Justicia Federal.
Según lo que trascendió sobre la denuncia, la multinacional habría utilizado la aeronave, de origen chileno, sin importarlo, y que al llegar a Mendoza no tenía la documentación pertinente de la unidad. En ese sentido, investigan si cometieron contrabandos de algún mineral. Cabe resaltar que siempre los aviones de Barrick llegan al aeropuerto mendocino ya que desde allí salen los traslados de oro hacia el exterior.
En la Justicia esperan que la empresa Barrick Gold – de origen canadiense, con llegada a Argentina en 1993 y con una importante actividad en San Juan- presente la documentación pedida y, de esa manera, finalizaría la medida administrativa.
Por su parte, la empresa minera sacó un comunicado en los últimos días para tratar de poner un manto de claridad en la causa. Según manifestaron, el avión nunca transportó cargas -o minerales-, sino que es un avión dedicado exclusivamente al transporte de pasajeros, cuya capacidad máxima es de 10 personas.
El comunicado arrancó afirmando que la minera había informado en 2019 un plan de mejoras y construcción de distintas obras mineras. Una de ellas fue la creación de un aeródromo en el proyecto minero sanjuanino Zancarrón. El avión fue utilizado exclusivamente para el traslado de personal hacia ese lugar.
Siguiendo con el relato de la empresa, la obra finalizó en enero de 2021. «Obtenidos los permisos, antes de comenzar los viajes regulares, se realizaron los primeros vuelos de prueba, conforme planes de vuelo debidamente informados a la autoridad competente», afirmaron.
Fue el pasado 18 de enero cuando en la Aduana de Mendoza dispusieron «una interdicción preventiva sobre el avión» y solicitaron a la empresa -propietaria del mismo- «documentación relativa a su ingreso y operatoria dentro del país». Tal como explicitaron, esa documentación ha sido presentaba en tiempo y forma, y esperan la resolución del proceso administrativo correspondiente.
Finalmente, desmintieron la existencia de cualquier otro proceso relacionado con este hecho. «El avión nunca transportó cargas por lo que la única eventual consideración a los efectos aduaneros es el propio avión cuya exclusiva finalidad es el transporte de pasajeros y realización de rescates», sentenciaron.
