DOSSIER SAN JUAN

Etiqueta complicada

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Por Charbel León Sefair

El proyecto de Ley de Etiquetado Frontal cuenta con media sanción del Senado, pero no pudo ser tratado en Cámara Baja por falta de quórum. En una disputa política que tiene como objetivo principal las elecciones, ¿Cuál es la opinión de los legisladores sanjuaninos?

En Chile, Uruguay, Estados Unidos, México y otros tantos países más se pueden observar los envases de los alimentos y bebidas de una manera particular, distinta a la que se observa en Argentina. En la parte frontal del envase se puede contemplar si dicho alimento tiene muchas grasas, muchas calorías, entre otras cosas. En la República Argentina hace tiempo se empezó a debatir sobre la Ley de Etiquetado Frontal, para lograr que en todo el país se aplique la misma reglamentación, pero como era de esperar, aquí todo cuesta el doble.

Con las flexibilizaciones a la vuelta de la esquina, el Presidente de la Cámara Baja, Sergio Massa, estableció  la vuelta a la presencialidad de las sesiones con modalidad plena, y uno de los proyectos principales que tuvo como testigo la vuelta de la presencialidad plena en Diputados, fue el de “Etiquetado Frontal de Alimentos”. El principal objetivo de dicha Ley  busca advertir a los consumidores sobre los excesos de componentes como azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías.

La disputa política no tardó en llegar, de antemano se sabía que el Bloque de Juntos Por el Cambio estaba en desacuerdo con el proyecto de Ley que fue promovido por el Frente de Todos, y  como era de esperar, no tuvo quórum para ser debatido en diputados. Es por eso que  el oficialismo buscará concretarlo en una sesión especial. ¿Por qué algo que debería ser beneficioso para la población genera tanta controversia?

«Tres preguntas sobre ley de etiquetado frontal: 1) ¿Se basa en algún estudio de comportamiento o solo en presunción de homo economicus racional? 2) ¿Qué dice la evidencia sobre el impacto en otros países (por ejemplo México)? 3) ¿Le cabe a alimentos sin agregados como exprimidos o manteca?». Había expresado en la Red Social Twitter el economista y candidato de Juntos por el Cambio Martín Tetaz.

En un ida y vuelta feroz, una de las legisladoras que le respondió fue Jimena López, quien expresó: “hasta ahora, 11 países han promulgado leyes que hacen obligatorio el etiquetado frontal. El etiquetado aumenta el conocimiento del consumidor sobre qué alimentos tienen altos niveles de nutrientes de interés (sodio, azúcar, grasas)”.

A todo esto, ¿Cuál es la opinión de los legisladores sanjuaninos? Orrego y Cáceres fueron duramente criticados, ya que no se presentaron en la sesión, a pesar de estar presentes en el recinto. Cabe destacar que además de la Ley de Etiquetado Frontal de Alimentos, se iban a tratar: el régimen previsional diferencial para los trabajadores vitícolas y a los contratistas de viñas y frutales, permitiendo que se jubilen a los 57 años y el proyecto de protección para personas en situación de calle y familias sin techo. Mientras que los Diputados del Frente de Todos se hicieron presentes y están dispuestos a apoyar el proyecto de Ley.

A su vez, por el lado del Ministerio de Salud Pública de San Juan realizó declaraciones Érica García, jefa de Nutrición, quien expresó “es muy bueno tener un etiquetado frontal que sea más visible y con una información mucho más fácil para todos los consumidores, son hexágonos donde te dicen la cantidad de los cuatro nutrientes -por así decirlo-, malos o no en cuanto a la cantidad que tienen, que es el consumo de grasas saturadas, consumo de sodio, cantidad de calorías que tiene y si tiene azucares simples o no.”

En tanto, las empresas de Estados Unidos en el país rechazaron la denominada ley de etiquetado de alimentos. A través de un comunicado, la Cámara de Comercio de EEUU en Argentina (AmCham) alertó que el proyecto que busca tratar el Congreso traerá aparejados “obstáculos al comercio y la producción”.

La disputa política está lejos de terminar, además de la oposición, los empresarios de ciertas cadenas alimenticias también se oponen a la sanción de la Ley, argumentando que la población dejaría de consumir ciertos productos, además de que el etiquetado ocupa mucho espacio en la cara frontal del envase. Del otro lado se ubica el oficialismo con la gente que defiende la buena alimentación y ve necesaria la reglamentación. El juego, recién está comenzando.