Por Dossier San Juan
Mientras el intendente Rubén García se recupera de una operación de corazón, la relación entre el Municipio y el Sindicato Unión de Obreros y Empleados Municipales, no es la mejor. Con el paso del tiempo, ¿logrará mejorar o seguirá empeorando?
El conflicto no es nuevo, para nada. Hace más de un año que la municipalidad de Rawson se saca chispas con el Sindicato Unión de Obreros y Empleados Municipales. No importa quién esté al mando, quién sea la cara visible, estas dos entidades vienen chocando desde hace tiempo y la relación parece empeorar cada vez más.
Todo comenzó a mediados del año pasado, cuando a través de la Subsecretaría de Trabajo la comuna de Rawson pidió la conciliación obligatoria para destrabar un conflicto laboral y la respuesta inmediata que obtuvo por parte del Gremio fue el paro. En aquel entonces, el organismo provincial declaró ilegal la medida de fuerza y sancionó al gremio con una multa (equivalente a un salario mínimo por cada trabajador que se plegó a la movida) debido a que se afectó la prestación de un servicio básico como la recolección de residuos.
Luego del problema, comenzaron los intercambios de palabras entre Antonino D»Amico, secretario General de SUOEM y el Intendente Municipal de Rawson, Rubén García. En una asamblea de trabajadores el gremialista trató de «déspota» y «oligarca» al funcionario, mientras que este contestó que las definiciones del gremialista «carecen de sentido común» y que «es una persona de edad, hay que tener mucha paciencia y consideración. Y yo tengo tolerancia y paciencia con los adultos mayores.”
Más acá en el tiempo, hace unos días nada más, el Presidente del Concejo Deliberante de Rawson, Juan Carlos Salvadó, quién se encuentra a cargo del Ejecutivo ya que García continúa recuperándose de una operación de corazón, tomó la decisión de llamar a paritarias al Gremio SUOEM. Esto no le cayó para nada bien al Intendente y su entorno “El OK de las negociaciones lo tengo que dar yo, nadie lo puede hacer en mi lugar” aseguran que fueron las palabras de García quién se encontraba bastante ofuscado.
A pesar de ello, Salvadó salió a romper el hielo y dijo “No me quedó otra que convocarlos porque, si no había una respuesta por parte del Ejecutivo municipal, se iba a actuar con una medida de fuerza, un paro. No es una guerra o que vamos a entregar la municipalidad, lo que buscamos es que no haya ningún tipo de agresión por parte de los empleados. Nunca se le ha puesto trabas al intendente. Lo único que hemos hecho, desde el Concejo, es controlar los actos de gobierno marcando algunas cosas, pero de ahí a desestabilizar el gobierno, nunca.”
No obstante, el problema fue más allá, y sumó a un nuevo protagonista en el medio, el Gremio UPCN. Lo que pasó fue que desde SUOEM paralizaron de forma total las actividades, dejando de lado por ejemplo la recolección de residuos, gracias a “una asamblea”. Dicha asamblea fue llevada a cabo ya que UPCN acudió a la justicia y logró frenar la convocatoria que Salvadó había hecho con el fin de empezar a discutir el organigrama y la recategorización del personal.
El conflicto se mantuvo vivo por un par de días y las calles rawsinas amanecieron inundadas de basura, con olor nauseabundo en algunos sectores. Los camiones recolectores dejaron de recorrer las calles y la basura comenzó a acumularse en veredas y esquinas.
Salvadó tomó la posta pero se hizo totalmente el desentendido, como si las imágenes mintieran “A mí el secretario del servicio me comunica cuando hay problemas en el movimiento de camiones o del personal, pero no me ha dicho nada. La basura es la de siempre, no es una cuestión de este conflicto gremial. El problema de la basura viene desde hace tiempo por el advenimiento de tantos barrios y gente nueva al departamento. Ha crecido demográficamente y los servicios han quedado chatos en cuestión de elementos para ese trabajo.No se ha resentido el levantamiento de basura”
