Por Bernardo Sánchez Bataller
Verónica Cunto (gerente de Relaciones con la Comunidad) y Mercedes Pagés (analista de Relaciones Comunitarias) dialogaron con Dossier San Juan para explicar las últimas iniciativas.
Josemaría es un proyecto minero pórfido de cobre y oro, localizado en el extremo noroeste de San Juan, sobre la cordillera iglesiana frontal. Es uno de los cuatro proyectos cupríferos de gran escala que posee la provincia.
Para conocer más acerca de las acciones que se desarrollan para trabajar junto a las comunidades, este medio dialogó con dos referentes del área.
Verónica Cunto, gerente de Relaciones con la Comunidad, expresó que ni bien la pandemia les dejó hacer reuniones en espacios públicos (octubre de 2020) organizaron encuentros con grupos de vecinos de Iglesia y Jáchal. A este proceso lo llaman participación ciudadana y consiste en informar a la ciudadanía sobre las características del proyecto y su alcance.
Durante esas reuniones, Verónica Cunto y Mercedes Pagés aseguraron que hubo mucha retroalimentación. Los vecinos se animaron a compartir sus expectativas, preocupaciones y oportunidades frente al avance del proyecto Josemaría.
El cobre tiene un proceso distinto y por ello es importante que todos puedan evacuar sus dudas e inquietudes. Además, Cunto y Pagés destacaron que el proyecto todavía está en etapa de exploración, a la espera de la evaluación del Informe de Impacto Ambiental. Mientras tanto, desde Josemaría optan por llegar en forma temprana al territorio.
A partir de estos encuentros, el equipo de trabajo vuelca toda la información en un plan de manejo de impacto social. De esta manera, buscan que los impactos negativos se puedan minimizar y los positivos se fortalezcan. Además, las reuniones con la comunidad les permitieron abordar otro tema importante como la diversificación económica. Es decir, la necesidad de no concentrar recursos solo en el sector minero, sino también fortalecer el turismo, apoyar a los artesanos de la zona y fomentar el desarrollo agropecuario.

El ciclo de desayunos de los miércoles es otra iniciativa por la cual el equipo del proyecto Josemaría busca tejer vínculos con los vecinos. Estos encuentros son organizados por el grupo de relaciones comunitarias y la invitación es abierta a toda la comunidad. En los primeros desayunos participaron artesanos y de ahí surgieron ideas para realizar en “La Cobriza”, la casa que inauguró en marzo el equipo del proyecto Josemaría en la zona de Colola (Rodeo, Iglesia). En este lugar cuentan con una sala de capacitaciones disponible para los vecinos y una red de Wi Fi abierta. Verónica Cunto y Mercedes Pagés comentaron que están recepcionando curriculums, para generar una base de datos propia. En los primeros dos meses recibieron 700.
También estuvieron reunidos con el primer fotógrafo de Iglesia, que tiene registros de hace 40 años. Fotos de bautismos, actos escolares y eventos sociales que tienen un destacado valor cultural para el departamento. Por ello, están organizando una muestra fotográfica junto al Museo Franklin Rawson, para revalorizar su trabajo y mostrar este patrimonio cultural.
En línea con los encuentros en “La Cobriza” el equipo del proyecto Josemaría mantiene reuniones en distintos sectores de Iglesia. “La población nos marca un poco los lugares de reunión y nosotros nos adaptamos”, comentó Verónica Cunto.
En estos momentos, están terminando diagnósticos de caracterización socio productiva del departamento y hace dos meses empezaron con un curso para empresas locales. No proveedores, sino empresas, para que sea algo más amplio. La modalidad es híbrida y el 70% de las instituciones que participan son de Iglesia, las demás pertenecen a Jáchal y Capital.
Por último, Mercedes Pagés aseguró que en Iglesia los vecinos tienen experiencia en minería a gran escala y eso hace que tengan otras exigencias. “Sin dudas se requiere de la participación, no es posible impulsar acciones sin esa retroalimentación. Para esto también es clave la buena articulación entre áreas que tenemos en el proyecto Josemaría”, manifestó.
