DOSSIER SAN JUAN

El caso del nene amputado por un tren: ¿seguridad vial descarrilada?

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Por Dossier San Juan

La trágica travesura de un niño reavivó la controversia entre las señales en las vías y el respeto a ellas.

El pasado martes, 13 de octubre, un trágico accidente tuvo nuevamente como protagonista a un tren en San Juan. Pese a que claramente no es una provincia donde sean frecuentes este tipo de hechos, por la poca frecuencia de estos vehículos, cada vez que los hay generan gran repercusión.

En lo que va del 2020, se registraron al menos cuatro episodios de trenes en San Juan, pero el último fue el más catastrófico. Un nene de 13 años se subió al penúltimo vagón en movimiento y al resbalar sus pies fueron arrollados por parte de la formación. El tren le amputó dichas extremidades.

El niño fue asistido de urgencia en el hospital Rawson donde se le hizo una operación para retirar tejidos dañados que pudieran provocar una infección y suturar todas las venas que pudieran provocar hemorragias. Al lugar ya había llegado con su pie izquierdo y la mitad del derecho amputados.

Afortunadamente, a las horas críticas pudo pasarlas bien, cuando se estabilizó su salud y se lo notó lúcido y sin respirador ni mayores complicaciones, aunque controlado en Terapia Intensiva. Tras el trágico episodio, salió a la luz que es normal que los niños de la zona ‘jueguen’ con el tren.

Este dato provocó que el intendente de Albardón, Jorge Palmero, haga públicas sus intenciones de pedir que refuercen la seguridad en las vías del tren. Sin embargo, admitió que es muy difícil un control porque incluso en las zonas con alambrados los niños se cruzan y se acercan a la formación.

Pero esta no fue la única vez en el año que el paso de un tren generó un hecho imprevisto. A principio de junio un ferrocarril casi arrolla a un auto en Caucete, en el tramo vial emplazado sobre calle Paula Albarracín de Sarmiento. Una maniobra del conductor del auto produjo el milagro.

El hecho quedó registrado en filmaciones de una cámara de seguridad de un comercio y permitió repasar cómo en el ingreso de la zona urbana del departamento casi se produjo un insólito accidente. Al ver que se le venía encima la formación, el conductor pegó un volantazo y se salió del trayecto del tren.

Este susto que casi terminó en tragedia sirvió para que reforzaran la señalización en el cruce. Vecinos recordaron que ya han ocurrido siniestros similares en la zona, ya sea por imprudencia de los conductores o porque quienes transitan desconocen que por ahí suele pasar el ferrocarril de cargas.

Si nos vamos más atrás en el tiempo, recordamos que en la madrugada del 31 de enero un tren de cargas chocó y arrastró más de 100 metros a un auto en 25 de Mayo. El accidente ocurrió en el cruce de la vía y Ruta 270 y afortunadamente el conductor del auto, Sergio Villegas, no sufrió heridas.

De todas formas el impactante siniestro también generó inquietud debido a que según el relato del conductor no vio que la locomotora venía cerca cuando intentó cruzar las vías. El hombre iba en un Volkswagen Voyage que terminó con serios daños, debido al largo arrastre que sufrió.

En cuanto al maquinista, que transportaba cal y piedras, aseguró que tocó bocina antes de llegar a Ruta 270 pero no logró frenar. Ambos testimonios coincidieron que en la zona hay poca iluminación pese a que el cruce ferroviario está debidamente señalizado para tomar precauciones a la hora de pasar.

Días antes de ese episodio, más precisamente el 6 de enero, se había producido un milagro en Caucete, cuando a un hombre se le paró el auto en las vías. En el cruce con calle Calivar, un Renault 12 perdió impulso y se detuvo sobre los rieles, justo cuando se acercaba una formación.

En medio de la desesperación, el vehículo no logró atravesar las vías, motivo por el cual su conductor desistió y se bajó del auto, el cual terminó siendo arrollado a gran velocidad por el tren. Pese a que el Renault 12 quedó destruido, el hombre se salvó de milagro y no sufrió ningún tipo de heridas.

El trágico accidente del nene que terminó con sus pies amputados explicita la falta de conciencia sobre el respeto a la circulación de los trenes de carga. Sin embargo, también vuelve a poner en tela de juicio la inversión en seguridad vial destinada a evitar estos siniestros.