DOSSIER SAN JUAN

Dos abuelos sanjuaninos unidos por la misma sangre y por la desgracia del coronavirus

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Por Dossier San Juan

Se trata de Francisco Ángel y Américo Gelusini. Ambos murieron con una diferencia menor de 24 horas. La acusación de la familia por el maltrato en un hospital sanjuanino.

Una verdadera desgracia opacó a los Gelusini. Es que dos de los más grandes de la familia murieron a raíz del coronavirus. Se trata de los hermanos Francisco Ángel y Américo Gelusini. El primero tenía 83 años, y el segundo, 78.

Los Gelusini son conocidos en el ambiente del ciclismo ya que tenían un taller en su casa dedicado a la reparación de bicicletas. Estaba ubicado por calle Godoy, en Villa Krause, Rawson.

Lamentablemente, por la avanzada edad de los hermanos, hace unos tres años sus familiares decidieron que debían cerrar el taller y dedicarse a “disfrutar la vida”, como afirmaron desde el seno familiar a este medio.

Por infortunio, hace unas tres semanas el coronavirus llegó a esa vivienda de calle Godoy. Comenzó infectando a unos sobrinos, luego a unos hijos y, finalmente, llegó a los hermanos Francisco y Américo. En total, hubo 10 infectados en la familia.

El menor de los dos hermanos, Américo, fue el primero en tener que ser internado. Lo mandaron al sector de Terapia Intensiva del Hospital Marcial Quiroga. La familia aseguró que con Américo no hubo drama. Todo se llevó adelante bajo los estrictos protocolos sanitarios. Lamentablemente, el hombre de 78 años no resistió al virus y falleció durante la jornada del lunes último.

El que la pasó verdaderamente mal, según dijeron desde el entorno familiar, fue el mayor de los hermanos, Francisco Ángel. A días de contagiarse Américo, “Paco” también contrajo el virus. Lo hisoparon en el Centro de Adiestramiento René Favaloro –o más conocido como La Rotonda- y le dio positivo.

Sin embargo, la familia lo llevó hasta su vivienda y, con los recaudos necesarios, lo cuidaban en su domicilio. Pero a medida que pasaban los días, el cuadro de Francisco empeoraba, la fiebre crecía.

Fue por ello que sus familiares decidieron llevarlo nuevamente hasta el centro de salud La Rotonda. Un médico lo revisó y descubrió que tenía una infección pulmonar importante. Ante esto, el profesional de la salud sostuvo que tenía que ser internado de inmediato.

Rápidamente, la familia llamó al 107 y les dijeron que lo buscarían a los pocos minutos y lo llevarían hacia el Hospital Venturio Lloveras ya que era el único lugar donde había una cama disponible.

El tema es que nunca llegó una ambulancia y su propia hija tuvo que trasladarlo hacia el nosocomio en su movilidad particular. La familia aseguró que entró caminando y en buen estado de salud.

A los dos días de estar internado, el miércoles 11 de noviembre, una familiar fue hasta el hospital y lo vio completamente deteriorado. Desde la familia dijeron que el hombre ya no hablaba, no caminaba, no comía y estaba lastimado. Lamentablemente, el martes último murió. 24 horas después de que falleciera su hermano Américo.

La indignación de la familia fue tal que están analizando iniciar una demanda contra el Hospital Venturio Lloveras ya que sospechan que Francisco fue maltratado y abandonado por el personal médico. Incluso, sufrieron el robo de su mochila, la que después apareció.