Por Bernardo Sánchez Bataller
Tres profesoras y un profesor fueron entrevistados por Dossier San Juan para conocer en primera persona cómo se vivió este año tan particular para la educación primaria y secundaria.
Mientras las copas se llenan para hacer los brindis de fin de año, la llegada del 2021 brinda un escenario propicio para los análisis y reflexiones sobre lo que dejó el 2020. En materia educativa se puede opinar acerca de distintos aspectos: la ausencia de protocolos que permitieran volver a las aulas, la efectividad de los docentes en modalidad virtual, la conectividad que tiene la provincia para garantizar que todos accedan a las clases de manera online, etc.
En este caso, desde Dossier San Juan consideramos oportuno y enriquecedor compartir el testimonio de quienes tuvieron que adaptar sus propuestas pedagógicas para llevar los contenidos presenciales a una pantalla.
Agostina Silva – Profesora de Artes Visuales en la Escuela de Nivel Primario María Luisa Villarino de Del Carril (Capital)
La Prof. Silva considera que el contexto de pandemia es una muestra más de que la realidad es cambiante y desafía constantemente a los docentes a ser permeables, a buscar nuevas respuestas y, esto la interpela, no solo desde lo personal sino también como profesora.
Desde su rol profesional y como parte de la institución en la que trabaja, tuvo que responder a los requerimientos ministeriales para poder garantizar la escolaridad de los niños y niñas. Esto requirió que, en poco tiempo, en la Escuela Villarino del Carril se hicieran de una batería de recursos, sobre todo tecnológicos, para poder hacer efectiva esa escolarización. Pero, sobre todo, lo más desafiante fue poder atender a los aquí y ahora de los estudiantes.
Para Agostina, este contexto, que nos atraviesa a todos de diferentes maneras, demandó la construcción de una red implícita de contención entre padres, madres, directivos, docentes y estudiantes. La motivación fue un pilar necesario para poder transitar el año.
Otro aspecto que la Prof. Silva destacó, fue lograr que la educación sea democrática. Con esto se refiere a pensar en que la educación no sea más exclusiva de lo que es, dado que no todos disponen de medios para acceder a las guías o para comunicarse con sus docentes. Fue muy importante la labor que se llevó a cabo para garantizar el acceso a esta información, pero sin duda, Agostina remarcó que fue un desafío y un compromiso que tuvieron que asumir.
Por esta razón, la Prof. Silva explicó que las propuestas pedagógicas también fueron pensadas en relación a la accesibilidad de todos: ¿Cómo acercarles los artistas, sus obras, sus formas de producir, de pensar en unos pocos renglones? ¿Qué actividades son las más propicias según los materiales que disponían en sus casas? Pero sobre todo, ¿Cómo poder hacer efectiva la enseñanza del Arte atendiendo a esas particularidades que nos atravesaban?
Por último, la docente dijo que, si bien considera que los procesos de intercambio, cooperación y construcción de conocimientos que propicia la presencialidad no son suplantables, la virtualidad ofreció posibles acercamientos y desafió a los profesores a idear propuestas superadoras de esta realidad que nos atraviesa.
Felipe Vargas – Profesor de Educación Física en el Colegio Santa Rosa de Lima (Capital)
El docente comentó que fue un proceso de adaptación para todos, pero lo lograron de forma positiva gracias al gran trabajo en equipo que desarrolló todo el plantel de profesores del colegio. Para Felipe, al principio había muchas dudas e incertidumbre, tanto para docentes como estudiantes. Todos pensaban que la pandemia era solo por un tiempo. Sin embargo, el Prof. Vargas destacó en reiteradas ocasiones el aprendizaje que se llevan luego de lo vivido durante este 2020 tan atípico.
Para la disciplina educación física, las clases en formato virtual presentaron un desafío muy grande. Si bien Felipe explicó que la parte teórica siempre ocupa un lugar importante en el desarrollo de la materia, durante el año tuvieron mucho contacto con los estudiantes por video llamada para no descuidar la parte física. Además, el docente comentó que en el segundo semestre ya tenían las actividades bastante sistematizadas y los chicos se habían adaptado bien a esta modalidad.
La propuesta pedagógica de esta asignatura consistió en guías teóricas y ejercicios prácticos de handball, vóley y capacidades físicas (fuerza y velocidad). Como método de evaluación, les pedían a los chicos que se filmaran con sus celulares realizando las distintas actividades que se enunciaban como consignas para hacer en casa.
En líneas generales, Felipe Vargas considera que el principal punto negativo de este año fue la falta de la presencialidad, ya que generó cierta desmotivación en los chicos y falta de compromiso en la presentación de algunos trabajos. Como aspecto positivo, el docente resaltó todo lo que aprendieron tanto profesores como alumnos gracias a la incorporación de herramientas tecnológicas. Además, el docente anheló que el 2021 brinde la posibilidad de combinar la modalidad virtual con algunos encuentros presenciales.
Liliana Navarro – Profesora de Proyecto tecnológico en el Colegio Nuestra Señora de la Consolación (25 de Mayo)
En muchos departamentos periféricos al Gran San Juan, la conectividad ha sido una complicada barrera para el dictado de las clases virtuales. En el caso del establecimiento educativo en el que trabaja la profesora Navarro, asisten alumnos de Caucete, 9 de Julio y otras localidades aledañas. Este panorama presenta realidades socioeconómicas diferentes entre los estudiantes y eso también genera desafíos en el dictado de clases. La docente aclaró que muchos chicos no tienen conexión a internet en sus casas.
A diferencia de otros colegios, las hermanas no querían que la virtualidad sacara a luz dichas diferencias entre los alumnos. Por eso, la Prof. Navarro comentó que solo entregaban las guías y no había retroalimentación, esperando que pronto se volviera a las aulas. Luego de las vacaciones de invierno, sumaron algunas instancias de devolución y muy pocas clases virtuales.
La docente considera que la pandemia la interpeló y el uso de tecnología para las clases le exigió creatividad y aceleración en el proceso de adaptación a esta modalidad. Para ponerse a todo, Liliana hizo varios cursos de capacitación durante este tiempo. Además, destacó que los alumnos aprendieron mucho sobre herramientas digitales.
Para fin de año, los estudiantes tenían que preparar la presentación de los proyectos en los que habían estado trabajando, con sus respectivos estudios de mercado, utilización de códigos QR y formularios de Google. Durante el ciclo lectivo tuvieron el seguimiento de los preceptores para la entrega de las guías. Con un poco de desilusión, Liliana comentó que, en muchos casos, se notó que los trabajos fueron presentados recién en los últimos días. Por otro lado, consideró que, luego de las vacaciones de invierno, hubo un clic y todos comenzaron a trabajar de otra manera.
Para la Prof. Navarro este 2020 les exigió a los docentes cambiar y adaptarse a la virtualidad, una modalidad que seguramente llegó para continuar por un tiempo. De esta manera, los chicos pueden gestionar su propio aprendizaje y los profesores acompañan ese proceso.
María del Carmen Bataller – Profesora de Construcción Ética y Ciudadana en el Colegio La Inmaculada (Capital)
Para la docente, este colegio sí se adaptó rápidamente a la situación pandémica y les propuso a los profesores trabajar con la plataforma Google Classroom. A través de ella, los alumnos podían desarrollar las guías, hacer consultas y los docentes cargaban material y videos didácticos.
Cuando advirtieron que las clases no iban a volver a la presencialidad, junto a la profesora que da la misma materia en la otra división de sexto año priorizaron los contenidos en función al perfil de egresado que pretenden. Así, buscaban ayudarlos en cuanto a las capacidades de un ciudadano crítico y activo para la sociedad.
Para María del Carmen, al tratarse de alumnos de último año, notaron la desmotivación por la falta de contacto con los compañeros y las actividades que tanto esperaban, como la presentación de la campera, el viaje y la fiesta. La docente resaltó que las ayudó mucho llevar a cabo un proyecto sobre elecciones. Ahí, cada estudiante pudo poner en práctica las inteligencias múltiples y desarrollaron actividades en común.
Como punto fuerte de este 2020, María del Carmen destaca que los docentes se reinventaron y lograron, desde la virtualidad, muchos desafíos que tal vez no pensaban alcanzar en tan poco tiempo. Como punto débil, la docente comentó que encontraron diferencias en cuanto a las posibilidades de los alumnos para acceder a la tecnología y conectividad y también respecto a la responsabilidad y el compromiso.
