Por Dossier San Juan
Se trata de la muerte de Marcos Ariel Tejada, de 20 años, miembro de la histórica banda «Los Diablos». Los acusados del hecho son Ismael ‘El Gringo’ Villegas y Horacio ‘El Chiquito’ Herrera. Hubo denuncias cruzadas de amenazas y hasta «Los Diablos» ya tomaron cartas en el asunto.
Un crimen volvió a estar en las portadas de todos los medios periodísticos sanjuaninos. Se trata del asesinato de uno de los integrantes de una reconocida banda delictiva, llamada «Los Diablos». El fallecido fue identificado como Marcos Ariel Tejada y tenía 20 años.
Según la hipótesis que maneja el fiscal de la causa, Iván Grassi, y que es la versión que dio la madre de Tejada, el hecho fue en la tarde del sábado 7 de agosto, en el interior del Asentamiento Evita, en Rivadavia. Aparentemente, la madre del fallecido había ido a un comercio de la zona, salió y se encontró con dos hombres que habrían intentado robarle su cartera.
Ante los desesperantes pedidos de auxilio de la mujer, apareció en la escena su hijo, quien inició una terrible pelea con los dos presuntos delincuentes, los que ahora se encuentran detenidos e identificados como Ismael «El Gringo» Villegas y Horacio «El Chiquito» Herrera.
La mujer desapareció de la escena para pedir ayuda a otras personas y luego volvió. Al regresar, se encontró con su hijo con graves heridas y casi sin reacción. Le habían disparado en la pierna y lo habían golpeado salvajemente en la cabeza. Una ambulancia lo trasladó hacia el hospital Rawson, lo tuvieron internado, pero seis días después -el 13 de agosto- el joven murió.
Esta versión contrasta con la que dio la Policía en un primer momento. Según esta hipótesis, fue Tejada quien fue a buscar a los presuntos homicidas. Aparentemente, tenían una rencilla de larga data -no se saben los motivos- y ese día el «Diablo» decidió ir a buscarlos a su casa, en el Asentamiento Evita. Cabe destacar que el fallecido vivía en el Lote Hogar 34, colindante al Evita.
En esa ida, terminó encontrándolos y a las trompadas con ambos. A Tejada le salió todo mal. Según la versión policial, esa inferioridad le jugó una mala pasada ya que lo golpearon de tal manera que le provocaron su muerte a los seis días de estar internado.
Esta hipótesis tendría más veracidad, teniendo en cuenta que el hecho ocurrió en el barrio donde viven los acusados y que varios testigos afirmaron que fue Tejada quien se acercó a golpear al «Gringo» y al «Chiquito». «Siempre fueron buscapleitos, él vino a pelear con los chicos -por los detenidos-, ahora nos tienen amenazados para que no vayamos a hablar», relató una testigo del hecho. Es más, uno de ellos no tienen antecedentes penales, por lo que ni siquiera cometió un hurto.
El motivo de la trifulca no está claro. Y si se trató de una pelea, tampoco se conocen por qué tenían mala relación. Posiblemente, y tal como lo expresó una fuente policial, habría una cuestión de ver quién manejaba «el territorio». De ser así, el crimen fue anunciado. En algún momento, un hecho semejante iba a ocurrir.
Ahora, surgen denuncias cruzadas entre familiares de la víctima y de los acusados. La madre de Tejada denunció que ambos acusados la amenazaron de muerte si seguía hablando e incriminándolos. Por su parte, los familiares de Herrera y Villegas afirmaron estar bajo amenaza por los «Diablos»
Incluso, grabaron el momento en que la familia delictiva le destruía la casa a Herrera, la que estaba construyendo en el interior del Asentamiento Evita. «Herrera es un chico trabajador, estaba haciendo su casa con mucho esfuerzo, estos hijos de p… vinieron y se la destruyeron», sostuvo una vecina.
Hay cierto temor en los vecinos del Asentamiento Evita y se refleja cuando hablan y piden no ser identificados en las notas periodísticas. Más allá de ello, en la Justicia prevalece la hipótesis de la madre de Tejada. Por ello, el juez de Garantías, Federico Rodríguez, los mandó preventivamente al Penal de Chimbas para cumplir una condena de 6 meses hasta tanto se continúe con la Investigación Penal Preparatoria. Están imputados de homicidio agravado.
