Por Dossier San Juan
Fuerte reclamo salarial por parte de la Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Asociados. El gremio quiere llevar el sueldo a la canasta básica, por su parte, los obreros vitivinícolas acataron una conciliación obligatoria por 15 días.
Bodegas vacías, producción parada, el vino dejó de correr y la tensión se adueñó del ambiente. Momentos de nerviosismo se vivieron, y viven aún, en algunas bodegas sanjuaninas. ¿El motivo? Obreros vitivinícolas exigen una recomposición salarial del 100%, luchando por ese objetivo bloquearon el ingreso de camiones a las bodegas, además de abandonar sus puestos de trabajo.
El sol no asomaba aún en la Provincia de San Juan el día 30 de marzo cuando el personal de bodegas y viñas comenzó a asentarse en las puertas de las bodegas. La Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Asociados (FOEVA) argumenta que el sueldo básico de sus trabajadores debe llevarse al mismo valor que el de la Canasta Básica Total, el sector empresarial ofreció un 30% de recomposición salarial, lo que ofuscó a los trabajadores y los llevó a tomar la respectiva medida de fuerza.
Con bombos y banderas, los trabajadores de algunas bodegas como Callia en Caucete, Peñaflor en San Martín, y algunas otras en el departamento Sarmiento, dijeron basta. Se esperaba la adhesión de más trabajadores a lo largo y ancho de San Juan, pero por “miedo a perder lo que tienen” algunos asistieron a sus lugares de trabajo “en contra de su voluntad.” “No vamos a realizar movilizaciones para preservar la salud de los trabajadores en este contexto de pandemia. Pedimos a los compañeros que nos acompañen en esta medida de fuerza” había anunciado Carlos Ozán, el Secretario General de FOEVA San Juan.
“La canasta básica que publicó el INDEC indica que para no ser pobre una familia debe percibir más de 52 mil pesos por mes. Mientras que el sueldo promedio de un trabajador de bodega que recién se inicia es de 28.400 pesos y el de viña 27.600 pesos. En San Juan hay entre 4 mil y 5 mil trabajadores de viñas, hay mucho trabajo informal y todos estamos debajo de la línea de pobreza” Agregó Carlos Ozán.
Del otro lado del cuadrilátero, el contraataque llegó de parte de Juan José Ramos, el presidente de la Asociación de Viñateros Independientes “Hemos perdido 10.000.000 de kilos de uva. Yo no conozco un antecedente parecido. Convocar una paritaria en plena cosecha y que tomen esta medida justo en Semana Santa también deja sin recursos a las cuadrillas. Han hecho un daño grande a los cosechadores de San Juan”
Al sector patronal y empresarial poco parece importarle el aumento de ventas y consumo de vino durante el 2020, además de que la Industria Vitivinícola fue una de las pocas que logró aumentar sus ventas al exterior el año pasado, pese a la fuerte pandemia que azota el mundo.
En ese contexto, cabe destacar que el año pasado, el mejor vino tinto del mundo fue sanjuanino. En la 16ª edición del Korea Wine Challenge, en la que compitieron más de 700 vinos de 18 países, que fueron evaluados por un jurado integrado por destacados profesionales del mundo del vino, el “Pyros Single Vineyard Block Nro 4 Malbec 2015” fue seleccionado como el mejor vino tinto del mundo.
Un reciente ejemplo para destacar que hoy, a los trabajadores que se esfuerzan y trabajan incansablemente para dejar a “la bebida nacional” y mejor aún, provincial, en los primeros lugares del mundo, se les paga prácticamente por debajo de la línea de pobreza. En las negociación, que se desarrolla en paralelo en San Juan y Mendoza, participan la Unión Vitivinícola Argentina, Cámara de San Rafael, Centro de Bodegueros y Viñateros del Este, Bodegas de Argentina, Federación de Viñateros de San Juan y Asociación de Viñateros de Mendoza. A estos se le suman la Cámara Vitivinícola de San Juan y la Cámara de Bodegueros de San Juan.
Los cosechadores ven buena parte de los incrementos en la próxima vendimia, ya que los trabajos de febrero y marzo, a excepción de las sumas retroactivas que puedan acordarse, se cobran con los valores viejos.
La conciliación obligatoria tendrá una vigencia de 15 días y en este período los afiliados a Foeva deberán prestar servicios de manera normal y habitual, en tanto que las empresas tendrán que abstenerse de tomar represalias de cualquier tipo con el personal representado por las organizaciones sindicales, así como también a otorgar tareas en forma normal y habitual a su personal.
