DOSSIER SAN JUAN

¿Al borde de la despedida? Entre incertidumbre y deudas, Ribeiro parece alejarse de San Juan

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Por Charbel León Sefair

Prometieron no cerrar ni despedir empleados, la propuesta parece quedar lejana de la realidad, y algunos trabajadores ya iniciaron acciones legales, ¿Qué pasara con Ribeiro en San Juan?

Melancolía, angustia, tristeza, esas son algunas de las sensaciones que invaden a más de un sanjuanino cuando transita por la famosa y tradicional esquina de Avenida Libertador y Calle Tucumán. Lo más memoriosos quizás recuerden a la añeja “Casa Lara”, los más chicos no conocieron otra tienda más que “Ribeiro” en una de las esquinas más famosas de San Juan, lo cierto, es que hoy en día el local se encuentra vacío, esperando ser ocupado por otra marca.

En el mes de marzo del corriente año los rumores empezaron a circular, “Cierra Ribeiro” se escuchaba a viva voz, no sólo en los pasillos del gigante local, sino que el murmullo empezó a circular “de boca en boca” a lo largo y ancho de toda la provincia. Fue en ese momento cuando desde la Gerencia Nacional de Riberio bajaron el mensaje “no vamos a cerrar, tampoco despedir gente” las palabras sirvieron para llevar tranquilidad a los empleados, pero como dice el dicho, “a las palabras se las lleva el viento” la tienda cerró y a algunos trabajadores se les adeuda sueldos desde enero a la fecha.

32 son los empleados que tenía activos  Ribeiro al momento de vender el local de Libertador y Tucumán, con la idea de mudarse a uno más pequeño, abaratar costos y seguir trabajando. Hasta el día de la fecha los trabajadores no obtienen respuesta alguna y las novedades no son muy claras en el horizonte, es decir, no se anuncia aún que la firma haya conseguido otro espacio físico para instalarse y los electrodomésticos que estaban en la casa central  salieron de la provincia con destino a Mendoza y San Luis.

Al respecto se expresó la Secretaria General del Sindicato Empleados de Comercio, Mirna Moral, quién aseguró que se llegó a un “acuerdo” con el referente de Recursos Humanos de la Empresa, el mismo consta en que se les pague a los empleados $2.500 por semana hasta que se arregle la situación, la dificultad se centra en  que el problema parece estar demasiado lejos de solucionarse. “Hay algunos que no quieren presentar el telegrama de renuncia y darse por despedido porque necesitan la plata. Se contentan con apenas recibir esta escaza cantidad. En el caso de iniciar un juicio laboral, les puede durar entre los doce meses a un año y medio por lo que se resisten a perder lo que tienen” concluyó Moral.

Algo idéntico ocurrió en la Provincia de Mendoza, más precisamente en la localidad de General Alvear, con la misma premisa del “local más chico”, 4 trabajadores quedaron a la espera de una solución salarial, y sin trabajo por el momento. En San Juan ya se vio desfilar grandes tiendas como Falabella, Compumundo, y actualmente otra gran empresa con problemas es Garbarino. Culpa de la pandemia o de los malos manejos, los únicos que sufren son los empleados y sus familias.

Con pensamientos y opiniones diferentes, los empleados tomaron diversos rumbos, 4 de ellos por intermedio del Sindicato de Empleados de Comercio y otros 12 de manera particular, decidieron enviar cartas documento a Ribeiro para que se resuelva su situación, mientras que otro grupo decidió no iniciar acciones y seguir con el vínculo tal como está. ¿El motivo? La empresa tiene un plazo de 20 días para responder la carta documento, si no lo  hace, se da por finalizada la relación laboral y se le abre las puertas a un juicio, hay trabajadores con más de 10 años de antigüedad que prefieren evitar ese tipo de situaciones.

Si de buscar culpables se trata, hay varios: Pandemia, mal desempeño de la economía, la gente no compra electrodomésticos, ni computadoras. La mirada debe ser otra, mirar para adelante y no buscar culpables, sino soluciones, en ese ínterin, los trabajadores esperan, con más ilusiones, que esperanzas.