Por Dossier San Juan
Urzulina Rodríguez, de 84 años, es la verdadera víctima de una desesperante historia marcada por el deterioro sanitario.
El pasado miércoles se conoció el caso de una mujer de 84 años que presuntamente había sido abandonada en la Clínica Santa Clara, en un delicado estado de salud y con una carta escrita por quienes la dejaron. El papel estaba dentro de una bolsa con los estudios médicos de la señora y básicamente indicaba que no la podían cuidar.
El coordinador de Calidad de la clínica, Carlos Florentino, dio a conocer ante los medios que la mujer en cuestión es Urzulina Rodríguez, quien estaba postrada, deshidratada, desnutrida, presentando un estado complejo de su salud. Además estaba angustiada, nerviosa y con un deterioro cognitivo que le impide hablar.
Urzulina había sido dejada en dicho centro de salud durante la tarde noche del día martes. Ante la ausencia de familiares o apoderados, se inició un protocolo de acción para asistirla, como así también se hizo una presentación ante la Policía de San Juan en Comisaría 3ra lo cual derivó en la intervención de Desarrollo Humano.
En primer lugar, la clínica se mostró preocupada por identificar el domicilio real de la señora, ya que su documentación no está actualizada, como así también en encontrar a quienes la dejaron, revisando los registros de las cámaras de seguridad que fueron aportadas a la investigación.
Tras hacerse público el caso, familiares de Urzulina acudieron a los medios de comunicación para dar explicaciones. Detallaron que dejarla en la clínica fue un acto de desesperación ya que la mujer estaba con internación domiciliaria y no le brindan la asistencia médica que corresponde.
En cuanto a su empeoramiento del estado de salud, expresaron que la mujer tuvo coronavirus durante el mes de mayo y tras recuperarse sufrió trombosis en una pierna, por lo cual fue operada. Pese a que esta intervención salió de manera positiva, a la semana sufrió un ACV y perdió su movilidad.
Esto motivó a que se le generen llagas en diferentes partes del cuerpo. En este panorama, Urzulina quedó con internación domiciliaria pero según la familia la empresa a cargo solo le llevaba gasas siendo que además requería cremas, suero, sonda, entre otros insumos sanitarios.
La gota que rebalsó el vaso según los familiares es una llaga que tiene en la parte del coxis la cual está infectada, motivo por el cual le sale pus y olor a podrido. Ante esto, la enfermera que la atiende en el domicilio les planteó que esto es normal y que solo había que echarle azúcar en la herida.
Fue ahí cuando decidieron llevarla en remis a la clínica donde finalmente la dejaron. Asimismo, fueron a la Central de Policía a denunciar abandono de persona por parte de la clínica pero está exposición no fue aceptada por la Policía por falta de documentación.
En cuanto a la intervención de Desarrollo Humano, se pusieron en contacto con la familia de la señora quienes ratificaron la postura de no poder hacerse cargo de ella en ese estado de salud. Por lo tanto, se determinó que una vez que sea dada de alta podrá ser trasladada a la Residencia para adultos mayores Eva Duarte de Perón.
