Por Bernardo Sánchez Bataller
Se trata de Facundo Sánchez, un estudiante de ingeniería civil que comenzó el año haciendo un intercambio universitario en Colombia y quedó varado en el país sudamericano.
En Cartagena, Departamento de Bolívar, en la costa caribeña de Colombia, dos argentinos vivieron algo que no esperaban presenciar en este contexto pandémico. Facundo (de San Juan) y Milena (de Mar del Plata) fueron a un bar a tomar unas cervezas y comer algo. Al finalizar la velada, el mismo mozo del local fue quien les recomendó ir a “Delirio”, una disco muy conocida en el centro histórico de la ciudad. Les comentó que hacía poco habían vuelto a abrir y que estaban respetando todas las medidas indicadas por los protocolos de salud.
Como era temprano y la intriga los estaba desbordando, los chicos decidieron dar una vuelta por el mencionado lugar. Cuando llegaron al boliche, vieron que las medidas precautorias que se tomaban eran similares a los demás sitios. En diálogo con Dossier San Juan, Facundo comentó que se exigía el ingreso con barbijo y el uso permanente del mismo (salvo al momento de beber un trago), en la puerta se higienizaban las manos con alcohol en spray, el número de personas que podía acceder era restringido y solo se podía permanecer hasta las 12 de la noche.
En el interior de local bailable, Facundo y Milena sintieron que el ambiente era similar al que se vivía en épocas de pre pandemia. La música era la misma que pasaban en los boliches antes de comenzar la cuarentena y también se podía comprar alcohol, aunque solo un trago por persona. Si bien disfrutaron la noche y celebraron la posibilidad de volver a salir a bailar, expresaron cierta molestia porque notaron que algunas personas no respetaban los protocolos de manera adecuada. En la pista había personal a cargo de controlar ese tipo de actitudes, pero por momentos parece que no estaban del todo atentos.
La preocupación de los chicos argentinos tiene que ver con que todos somos responsables de cuidarnos y proteger la salud de quienes nos rodean. Salir y pasar una noche divertida también va de la mano con actuar de manera prudente. Este tipo de acciones son las que continúan poniendo en jaque el regreso de los boliches en Argentina.
Al igual que ocurrió con los propietarios de canchas de fútbol para alquiler, los dueños de locales bailables decidieron nuclearse a través de la Cámara de Boliches de San Juan. Hace meses atrás presentaron un protocolo ante el Ministerio de Turismo y Cultura de la Provincia y el actual contexto de circulación viral comunitaria podría postergar los plazos para el retorno de esta actividad.
En aquella presentación de petitorio, los representantes de los 24 boliches involucrados solicitaban la entrega de un subsidio y la pronta aprobación del protocolo, para reactivar este sector que desde marzo no genera ingresos. Entre las medidas propuestas, se destacaban la modalidad de ingreso exclusivamente con entradas anticipadas, la limitación de la pista por sectores un máximo de 12 personas y la compra de alcohol restringida a la consumisión que se entrega al entrar al boliche, entre otras.
La temporada de verano podría presentar un escenario propicio para el regreso de los locales bailables al aire libre. En estas condiciones, los estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud indican que las probabilidades de contagio son más bajas, siempre y cuando se respeten todas las medidas de distanciamiento social.
De todos modos, lo que ocurra en las próximas semanas será clave para tomar decisiones. La provincia continúa sumando casos con cifras que preocupan y el panorama no es ideal para flexibilizar actividades que impliquen la concentración de personas.
