DOSSIER SAN JUAN

Un día en la vida de un comentarista de video juegos

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Por Bernardo Sánchez Bataller

Tomás Moral, conocido como LeRuzo, es un joven sanjuanino apasionado por los deportes electrónicos. En diálogo con Dossier San Juan compartió cómo fue su proceso de capacitación y explicó en qué consiste su trabajo.

Desde hace casi 10 años Tomás está inmerso en el ecosistema gamer sanjuanino. Cuando tenía 17 años empezó a jugar de manera semi profesional al League of Legends, también conocido como LOL. En ese entonces, su categoría de jugador implicaba una rutina de entrenamiento. Al respecto, Tomi contó que su cronograma de actividades contemplaba 8 horas diarias, las cuales no se realizan de corrido. Se calculan 3 horas de práctica, 2 horas de teoría y 3 horas que pueden ser prácticas contra equipos o calentamiento. Los equipos profesionales tienen analistas y técnicos que acompañan el proceso. Además, algo que Tomás Moral resaltó fue la participación de psicólogos. Estos profesionales de la salud mental se encargan de brindar asistencia a los jugadores, ya que la mayoría son jóvenes y las organizaciones de deportes electrónicos consideran que esto es vital.

El orden y la disciplina son factores fundamentales para LeRuzo y él sabe que los equipos deben trabajar en estos aspectos para transmitir confianza a los padres. Si bien para este joven sanjuanino hace poco se empezó a tomar más conciencia acerca de cómo funciona este ecosistema, es importante seguir brindando información para evacuar dudas.

Luego de un tiempo en el que Tomás Moral pudo vivir distintas experiencias como jugador, al viajar, participar en competencias con muy buenos resultados y conocer a personas de distintos países de Latinoamérica, decidió tomar un descanso por motivos personales.

Él siempre organizó eventos y realizó transmisiones, por lo que contaba con experiencia suficiente en el rubro. Sin embargo, Tomás sintió que lo adecuado era capacitare para estar más especializado en el tema.

“Lo de los comentarios comenzó como un chiste, cuando estaba jugando con amigos”, dijo LeRuzo. En la jerga de los gamers, al comentarista se lo conoce como “caster”. Esta persona debe tener el carisma y la empatía necesaria para conducir el evento que se lleva a cabo. Como las personas que lo presencian tienen a mano un chat para interactuar, el rol del caster se vuelve muy interesante porque tiene la posibilidad de establecer un vínculo con el auditorio. Esta es una diferencia que señaló Tomás al hacer referencia a lo que ocurre en televisión, ya que el comentarista deportivo no tiene la oportunidad de conversar con quienes están del otro lado de la pantalla.

Una vez identificada su vocación por el relato, Tomás decidió hacer distintos cursos de casteo, para profesionalizar su técnica. “Esto me abrió muchas puertas, ya que me permitió conocer a gente de otros países y recibí diferentes invitaciones a eventos”, explicó Tomi.

Actualmente cuenta con una muy buena trayectoria de trabajo con organizaciones de distintos países de Latinoamérica. Estuvo en lo que se conoce como la “liga B” de los deportes electrónicos y es probable que pronto pueda llegar a la “liga A”. “Esta labor exige una dedicación de lunes a lunes, con mucha carga horaria y reuniones con las personas que están detrás de la logística de cada evento”, detalló LeRuzo.

En cuanto a sus gustos personales, la disciplina “shooter” es su preferida para castear, pero lo llaman más para juegos de estrategia. Los equipos encargados de transmitir eventos de deportes electrónicos se componen por caster, co-caster, analista y presentador. Tomás ha intercalado roles y sabe lo que implica cada uno de estos papeles.

Para finalizar, LeRuzo compartió una reflexión acerca de la importancia de trabajar desde las organizaciones de deportes electrónicos con los jóvenes y los padres. “Hay que distinguir si el chico lo toma como deporte electrónico o es una simple actividad de ocio o recreación. Una vez definido eso, habrá estándares para determinar qué está bien y qué está mal”, explicó Tomi. Para él, los padres deben interiorizarse para saber qué están haciendo sus hijos y cuáles son los propósitos de los equipos. Además, LeRuzo aclaró que desde las organizaciones que nuclean a los jugadores profesionales se trabaja con dedicación en la responsabilidad de los jóvenes.