Por Dossier San Juan
Así lo aseguró Adrián Riveros, el fiscal de UFI Delitos Especiales, a cargo de la causa.
Era un día más, común y corriente, como cualquier otro. Diego Rodríguez y su hijo Nahuel se despertaron bien temprano en su casa ubicada en la Villa Marcó, en la zona de Campo Afuera, en Albardón. Ambos se prepararon para dirigirse hacia su lugar de trabajo en el departamento de Rawson. Aunque las señales del destino empezaron a vislumbrarse ese día en la vida de Diego.
El auto que utilizaban para llegar al trabajo, ese día presentó algunos desperfectos mecánicos, es por eso que ese fatídico día decidió irse con su hijo en la moto Appia 150. Entonces ocurrió lo que para la familia fue la segunda señal de advertencia, porque les costó bastante poder hacer arrancar ese rodado.
De todas maneras, el rodado arrancó, y Diego con Nahuel enfilaron por ruta 40 hacia el sur, pero no anduvieron demasiado. A eso de las 6,40 pocos metros al sur de la puerta de ingreso al cementerio departamental, ocurrió lo que parecieron advertir esos «extraños» episodios previos: Nahuel «se enganchó» en la moto con un ciclista que circulaba en el mismo sentido que ellos (también iba hacia el sur) y todos fueron a parar al piso. El ciclista fue a dar a la banquina y Nahuel derrapó con la moto que conducía unos 40 metros sobre el asfalto, explicaron fuentes ligadas a la investigación.
La peor parte de ese sorpresivo choque se la llevó Diego Rodríguez, porque fue a parar al centro del asfalto y todo indica que hasta llegó a invadir con su cuerpo el carril de circulación contrario de la ruta, justo cuando pasaba un camión Fiat Iveco de la firma Barceló que llevaba combustible de YPF para la mina de Iglesia, dijeron fuentes judiciales. El resultado de ese encuentro fue letal, porque Rodríguez impactó con su cabeza en el paragolpes del camión y fue su fin. El caso es investigado por la UFI de Delitos Especiales que coordina el fiscal Adrián Riveros, con la colaboración del ayudante fiscal Leonardo Arancibia, peritos y personal policial.
La justicia y la Policía, a cargo de la Seccional 18 y de la UFI Delitos Especiales, trabajan para determinar cuáles fueron las causas del choque, que provocó la muerte de este hombre, es por eso que también se le realizaron los respectivos test de alcoholemia a todos los involucrados en el accidente, de los cuales se esperan los resultados correspondientes.
El ciclista llamado Luciano Pereyra (36 años), el transportista, José Antonio Laciar (33 años) y el conductor de la moto, hijo del fallecido; quedaron detenidos en un primer momento, pero ya fueron liberados. “Estamos investigando, esperando las pericias para definir las responsabilidades. Estamos esperando los resultados y ahí vamos a definir la situación procesal. Por eso se les otorgó la libertad en función de que estamos esperando las pericias, es complejo porque no habían testigos presenciales ni tampoco cámaras de seguridad», finalizó Riveros
