Por Dossier San Juan
Según el fiscal del caso, algunas empleadas declararon que los masajes culminaban con prácticas sexuales.
Funcionarios judiciales volvieron a allanar la estética Eros el pasado jueves 26 de mayo en horas de la mañana. Esto se dio a casi tres semanas del escándalo que se desató con la denuncia de promoción de la prostitución en esta casa de masajes de Capital, por lo que la dueña y su hija fueron detenidas.
Durante unas dos horas, personal de la UFI CAVIG encabezado por el fiscal Juan Manuel Gálvez requisó el comercio ubicado en calles 25 de Mayo y Mendoza, en busca de material probatorio que respalde la teoría del caso que sostiene que en ese lugar operaba un prostíbulo escondido detrás de una ‘estética’.
El representante del Ministerio Público había manifestado el martes 24 de mayo que la causa estaba tan avanzada, que la elevación a juicio no tardaría en llegar. En la mira de la justicia se encuentran la esteticista Patricia Coria y su hija Natalia Pablo, sospechadas de ser las regenteadoras del local.
Se cree que chicas ofrecían sexo en el lugar, motivo por el cual el delito en juego, y por el que están imputadas, es el de promoción y facilitación de la prostitución, agravada por la vulnerabilidad de las víctimas. Coria está señalada como autora, mientras que su hija como coautora, según el fiscal.
Gálvez señaló que en la causa cuenta, además del testimonio de la denunciante, con las declaraciones de cuatro mujeres que reconocieron que en Eros ofrecían servicios sexuales tales como el ‘sensitivo’, ‘cuatro manos’ y el ‘completo’. Es más, aseguró que, en ocasiones tenían sexo sobre toallas en el piso.
Las chicas realizaban esta metodología para no hacer ruido sobre las camillas de masajes ubicadas en las salas. Además, las mujeres admitieron que cobraban por esas actividades, pero el mayor porcentaje del dinero quedaba en manos de Coria y de su hija. ‘Las pruebas son contundentes’, aseguró el fiscal.
Eso confirmaría que estas últimas sacaban rédito del ejercicio de la prostitución de las otras mujeres. Una prueba de esto son los mensajes de textos, enviados por Natalia Pablo a una de las chicas, en el que hacía referencia a los servicios sexuales. ‘Está medianamente probado’, se explayó Gálvez.
Con esto, el funcionario cree que están cerca de realizar la imputación formal contra Patricia Coria y su hija Natalia Pablo, quienes se encuentran en libertad bajo fianza a la espera del juicio. ‘En el allanamiento que se llevó a cabo se secuestró un profiláctico usado’, reveló el fiscal.
Y añadió: ‘Además, los testimonios de las chicas que han declarado aseguraron que había relaciones sexuales en el lugar. La primera testigo contó una historia muy distinta a la que teníamos en las pruebas. Le pregunté si me estaba mintiendo y ella empezó a transpirar. Le advertimos que iba a tener problemas’.
‘Allí confeso que habían sido contactadas por la hija de Patricia Coria, Natalia Pablo, para que declaren a favor de la madre mintiéndole al Ministerio Público Fiscal. Por eso mandé a detener a Pablo para que no siga entorpeciendo la investigación’, remarcó Juan Manuel Gálvez.
Este es uno de los testimonios con los que cuenta el fiscal además del de la denunciante, una joven de 19 años. Según relatos de testigos, empleadas de la estética, existían los masajes sexuales como el sensitivo, que incluía masturbar al cliente, y el completo, que incluía relaciones sexuales.
