Por Dossier San Juan
La joven mamá de 24 años recibió una brutal golpiza que pudo ser frenada gracias a sus vecinos. Pese a las lesiones, salió a marchar.
El domingo 10 de abril, una mujer fue salvada por sus vecinos de un atroz hecho de violencia de género que podría haber terminado en tragedia. Gracias a que alertaron a la Policía sobre el pedido de ayuda a gritos de la joven, de 24 años, evitaron que la pareja continuara propinándole la brutal golpiza.
El episodio se produjo en una vivienda ubicada en calle San Isidro, en Rivadavia, lugar de donde ella intentaba huir durante el ataque pero el hombre no se lo permitía ya que la llevó agarrada del pelo hacia el fondo. Tras el llamado de testigos al 911, personal de Comisaría 25ta frenó el ataque.
Por la feroz agresión, la víctima tuvo que ser internada en el hospital Rawson donde fue atendida por los diversos golpes recibidos. Pese a los moretones en su cara y todo el cuerpo, agradeció a Dios estar viva aunque confesó tener miedo por lo que le podría haber pasado y por futuras represalias.
La joven afirmó que no entiende porqué su pareja empezó a golpearla. Según detalló, ella esa noche estaba durmiendo y el hombre la levantó tomándola del pelo pese a que sus hijos estaban durmiendo al lado de ella. Acto seguido, según la víctima, la llevó al pasillo y comenzó a pegarle violentamente.
El martes 12 se realizó en Tribunales la audiencia contra el acusado, de apellido González, y se vivió una jornada atípica ya que familiares, amigas y demás personas, principalmente de agrupaciones feministas, se movilizaron para pedir que se haga Justicia, más allá de que no terminó en femicidio.
Incluso la propia víctima, que fue dada de alta durante la manifestación, se hizo presente en las afueras de Tribunales donde remarcó que pensó que iba a terminar muerta. La mujer contó que aún tenía dificultades para caminar, respirar y abrir la boca pero que igual quería estar en la marcha.
La mamá de la víctima, quien también estuvo en la movilización acompañando a su hija, aseguró que la doctora que atendió a la joven le explicó que si la atendían media hora más tarde no hubiera contado la historia. Con respecto a la relación de su hija, expresó que el hombre era manipulador.
En cuanto a esto, agregó que la pareja no la dejaba hacer nada sola motivo por el cual su hija se quería separar pero él la había amenazado. Ante esto, la mujer lo había denunciado por violencia de género pero quedó en libertad y volvió a buscar a la hija, quien ya no quería vivir más con él.
Por su parte, la referente de Amas de Casa, Laura Vera, señaló que este tipo de casos marcan la vida de las mujeres que los padecen. Asimismo, insistió con que este hecho podría haber terminado en ‘ni una menos’, por lo cual consideró que la causa debería tener una condena ejemplar de la Justicia.
Asimismo, expresó que las prisiones condicionales o con servicios comunitarios hacen que las mujeres continúen en un estado vulnerable. Por último, sentenció que las familias de las víctimas de femicidios empiezan a hacer el duelo recién cuando hay una condena elevada a los asesinos.
