DOSSIER SAN JUAN

Policía acusado de femicidio: no hay otra que la perpetua

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Por Dossier San Juan

Se trata del agente Mathías Mallea, quien está acusado de asesinar a su propia pareja, Celeste Luna, en la casa que compartían en la Villa Hipódromo, en Rawson.

Como todo «cagón», como se dice en la jerga barrial, es difícil que quiera hacerse cargo de un grave delito que cometió para evitar ser enviado a la cárcel, en este caso, por el resto de su vida. Pero esa actitud se agrava más aún cuando el victimario es un policía, quien debe asegurar el cuidado de los ciudadanos, en vez de ser el verdugo.

Así es la historia del agente sanjuanino, Mathías Mallea, quien está acusado de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haber sido cometido en contexto de violencia de género, es decir, por femicidio. Esta figura obliga a la Justicia a condenar al victimario a la pena máxima: prisión perpetua.

El hecho que tuvo como víctima de muerte a la joven Celeste Luna ocurrió en diciembre de 2019, en la vivienda que compartía con su pareja, el agente Mallea, en la Villa Hipódromo, en Rawson. No hay dudas de que la muerte fue a raíz de un disparo y que ese disparo salió del arma reglamentaria de Mallea.

Lo que se discute, increíblemente, en el debate que se estuvo llevando a lo largo de esta semana en la Justicia sanjuanina es si se trató de un accidente o si fue intencional. La primera teoría es la que sostiene el abogado defensor del efectivo, Fernando Bonomo, y por ello pide que su cliente sea juzgado por el delito de homicidio culposo.

La segunda teoría es la que maneja tanto la parte querellante, representada por la abogada Sandra Leveque, y la Fiscalía. Este jueves, el fiscal así lo dejó entrever luego de que pidiera que Mallea sea condenado a la pena de prisión perpetua. El viernes será el día de la sentencia la que seguramente dará por culpable al efectivo y, por ende, enviado a prisión por el resto de su vida.

El relato del policía duró casi dos horas y fue oído de cerca por los jueces Juan Bautista Bueno, Silvina Rosso de Balanza y Maximiliano Blejman. El sujeto alegó que la muerte de Luna fue accidental, que ese día había salido a comprar comida y unas gotas para su perrita, por la que ya habían discutido en anteriores ocasiones.

Sin embargo, el acusado señaló que todo empeoró cuando su pareja encontró un “pedazo de papel” con un número de teléfono de una agente de policía. Mallea relató que esto provocó una fuerte discusión entre ambos. El cruce continuó en la habitación que compartían en el fondo de la casa. En ese entonces, según el relato de Mallea, la joven tomó su arma reglamentaria, marca Browning, la cargó y amenazó con matarlo.

“Ella me seguía diciendo que la engañaba y me insultaba. Entonces me doy vuelta y la veo que me estaba apuntado con el arma. Le dije ‘qué estás haciendo, dejá ese arma ahí’, señaló ante los jueces.

Allí, en su respuesta a las preguntas de los jueces, se produjo la muerte de Celeste luego de que ambos forcejearan por el arma y esta se disparara “sola” apuntando hacia el rostro de la mujer, provocándole la muerte instantánea.

Sin dudas, que es la pena que merece por todas las pruebas que hay en su contra y porque el relato que augura es demasiado poco creíble. Un arma no se dispara «sola». Incluso, los padres de la joven fallecida afirmaron que el hombre ya había tenido intentos anteriores de violencia contra la chica, los que culminaron en su muerte.

El viernes será el día final y seguramente con la prisión perpetua para el acusado. Finalmente, Celeste podrá descansar en paz, sus padres estarán algo satisfecho por la enorme lucha que llevaron adelante durante todo este tiempo pero sin la vida de su hija y comenzará el infierno para Mallea.