Por Dossier San Juan
Hasta el día previo al conflicto docente, todo el arco político justicialista afirmaba y reafirmaba a la actual ministra de Hacienda y Finanzas de San Juan como la acompañante en la fórmula del actual gobernador. Con el conflicto en puerta y las candidaturas a días de definirse, ¿está en duda?
Desde que el gobernador Sergio Uñac comenzó a hablar de que podía ser una mujer su acompañante de fórmula para su tercer período al frente de la provincia de San Juan, las miradas apuntaron directamente a su ministra de Hacienda y Finanzas de San Juan, Marisa López.
Páginas enteras, horas de televisión y radio la nombraban a ella como la futura candidata. Incluso, la buscaban a diario para hacerle notas periodísticas sobre cualquier tema, la cuestión en realidad era empezar a sacarla a la luz y posicionarla en la escena sociopolítica, hacerla conocida, medirla y ver si le «daba» para el cargo.
Todo indicaba que sí podía serlo, su carisma, sus grandes logros, su personalidad tan de ir al frente la mostraban ya como la candidata a vicegobernadora. Y es que tiene el perfil.
Siempre atendió a todos los medios de comunicación cuando solicitaron su presencia y cuando pidieron que les atendiera teléfono. En el Partido Justicialista siempre fue bienvenida, muy saludada por el militante y muy querida por sus compañeras y compañeros.
Sus logros al frente de la cartera económica ensalzaron aún más esa posibilidad. Es que durante todo el mandato uñaquista mantuvo las cuentas equilibradas -no se gastó más de lo que se recaudaba-, pagaba los sueldos al día, siempre los salarios estuvieron por encima de la inflación, los números de pobreza e indigencia bajaron año a año, su primer conflicto con los docentes (en el año 2022) logró sortearlo en buena ley otorgando un gran aumento y posicionando a San Juan como la provincia con el mejor acuerdo salarial del país por segundo año consecutivo.
Todo marchaba bien hasta que el león docente apareció nuevamente. Y esta vez, a diferencia del año anterior, rugió con mucha más fuerza y se notó en el interior del Centro Cívico. Esta vez, los docentes autoconvocados no dieron el brazo a torcer por más que hasta habían conseguido lo que habían pedido. Pero una vez que se lo concedieron, pidieron aún más.
Bichos. Sabían que estamos en un año electoral y el gobierno lo que menos busca es tener una contienda de estas características. El tema es que el gobierno realmente hizo el mayor esfuerzo que pudo con la oferta que les propuso. Es cierto, que otorgarles el 41,1% en marzo ya es algo durísimo, que le costará a otras carteras postergar sus planes para un poco más adelantes.
Sin embargo, no les vino bien. Tal es así que hasta el día de la publicación de esta nota, los docentes -o una buena parte de ellos- aún continúan en la calle pidiendo una mejora salarial que, lamentablemente, el gobierno ya no puede otorgarles.
El gobierno sabe que no puede más. Hacen números y números, encuadran números por un lado, por el otro y no dan los números. El plan A, B, C, D y E ya está sobre la mesa, no hay más.
Esto, sin duda, preocupa a Uñac porque está a días de lanzar su candidatura y su posible acompañante está en duda más que nunca. Justo en este momento. Seguramente, si no hubiese tenido este conflicto, los sanjuaninos ya sabríamos su acompañante de fórmula.
Y si no es ella, quién puede ser: ¿Gramajo?. Probablemente. Cabe recordar que el actual intendente de Chimbas no puede reelegir en su departamento natal y ya habló con Diario de Cuyo e insólitamente se lanzó como candidato a vice.
Algo que nunca en la historia de la política ocurrió y posiblemente no ocurra nunca. Pero vice ¿de quién? Ni él sabe. Mba, su idea seguramente está en acompañar a Uñac, otros dijeron que podía ser el acompañante de Franco Aranda, pero nada seguro.
Ante este conflicto, ¿Uñac utilizaría esa carta? Y puede ser, la cuestión radica en que Gramajo no es de sus más íntimos, no pertenece a su riñón. Incluso, viene del palo giojista. Contra.
Esta semana será crucial. Y será crucial porque puede definirse -o no- el conflicto con los docentes. Y en base a esa posible resolución decidirá quién lo acompañará en su fórmula.
