Por Dossier San Juan
Fuentes policiales afirmaron a este medio que ya tenía una denuncia de una portera de la escuela donde trabaja. Además, cómo fue el presunto abuso y qué prueba lo complicaría.
Una grave denuncia recayó contra un bolichero caucetero, identificado como Jair «Coco» Ibañez, de 34 años. Es que una joven lo denunció de haberla abusado sexualmente en el lugar de trabajo. El hombre fue detenido pero la jueza de Garantías entendió que debería quedar en libertad.
El escándalo salió a la luz el domingo por la noche, luego de que fuera detenido por personal policial de la Comisaría Novena, en el local nocturno del que es uno de los propietarios, ubicado por calle Monseñor Rodríguez y Olmos, en Caucete. Lo detuvieron en pleno show y ante la presencia de varios testigos que estaban disfrutando de la noche previa al feriado del lunes.
¿Cómo fue el hecho que denunció la víctima? Según indicaron fuentes allegadas a la investigación, la víctima, cuyas iniciales son L.G., trabajaba en ese bar. Al parecer, ambos se dirigieron a buscar más bebidas a un depósito que tiene el lugar en un segundo piso y allí se habría dado el presunto abuso.
Aparentemente, el hombre empezó a insinuarle que quería tener relaciones en esa zona con la chica, pero ella se negó. Sin embargo, Ibañez habría seguido insistiendo hasta que se le acercó y habría empezado a manosearla. Otra versión indica que hasta se habría bajado los pantalones frente a la joven. Todo ese episodio habría quedado grabado en unas cámaras de seguridad que tiene el depósito y que serían clave para la investigación.
Pese a esas versiones, lo cierto es que Jair Ibañez quedó en los calabozos de la dependencia caucetera hasta el miércoles por la mañana cuando lo liberaron, tras la audiencia de formalización. La audiencia estuvo presidida por la jueza de garantías Gema Guerrero. El Ministerio Público Fiscal lo representó el doctor Roberto Ginsberg y la defensa estuvo a cargo del abogado Leonardo Villalba.
Luego de que el fiscal diera a conocer la acusación que recae contra Ibáñez, Ginsberg pidió que este sujeto fuera investigado por el delito de abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa, que se le dicte prisión preventiva por el término de 6 meses y el mismo término para la Investigación Penal Preparatoria (IPP).
El acusado Ibáñez tuvo la libertad de decir su verdad, pero decidió no dar declaraciones La defensa, a cargo del doctor Leonardo Villalba, expresó que estaba de acuerdo con la investigación, pero en desacuerdo con el pedido de prisión preventiva.
Pero la magistrada dejó en libertad al acusado. El Ministerio Público Fiscal manifestó que el acusado podría “influir” en los testigos, pero en el hecho no hay testigos presenciales y por esta razón el acusado no podría de ninguna forma influir en los testigos que son inexistentes.
Aun así, la jueza resolvió darle varias medidas coercitivas. Primero que el imputado se someta a la investigación. Segundo que se presente cada 15 días en la OMA. Tercero, tiene prohibido el acercamiento o contacto con la víctima, es decir, no se puedo acercar a su domicilio ni cruzarse en la vía pública en un radio de 200 metros; también evitar todo tipo de comunicación con la presunta víctima por todos los medios de comunicación; todas estas medidas con el término de 6 meses.
Finalmente, Ibáñez -quien fue funcionario del municipio en la gestión del polémico Julián Gil- quedó en libertad, pero será investigado por el delito de tentativa de abuso sexual con acceso carnal, con un plazo de 6 meses de Investigación Penal Preparatoria.
Por último, fuentes policiales dijeron a este medio que hace un mes el hombre también habría sido denunciado por la portera de la escuela en la que trabajaba. Según indica la versión policial, el hecho se dio en una institución caucetera, en la que Ibañez la maltrató de tal forma que la mujer vio pertinente la exposición de una denuncia penal por maltrato laboral. Se desconoce qué ocurrió con la denuncia, pero no sería la primera vez que tendría problemas con la ley, sostuvieron las fuentes consultadas.
