Por Bernardo Sánchez Bataller
Natalia Suárez es Licenciada en Recursos Humanos y conoce en primera persona lo que han vivido aquellos que perdieron su trabajo por la embestida del COVID-19.
En diálogo con Dossier, la experimentada consultora sanjuanina compartió un minucioso diagnóstico de actualidad. También relató cómo fueron los primeros meses de confinamiento.
La primera etapa de pandemia fue de alta complejidad para las empresas. Había un importante grado de resignación en cuanto a la posibilidad de incorporar personal nuevo, ya que el esfuerzo se enfocaba en generar los ingresos suficientes para sostener al plantel que estaba en actividad.
En este sentido, la Lic. Suárez explicó que el centro de la estrategia era tratar de mantenerse en pie para ver cómo seguía todo el panorama. “Ante la pérdida de muchos puestos de trabajo, el mercado se vio impactado, porque de golpe salió mucha gente desesperada por conseguir una nueva actividad laboral”, explicó la especialista sanjuanina.
De las 20 entrevistas semanales que realiza Natalia junto a su equipo, el 70% de las personas relata que hay un antes y un después por el impacto de la pandemia en el ámbito laboral.
A pesar de estos números tan complicados, la Lic. Suárez resaltó con optimismo que muchas empresas pudieron adaptarse bien a la modalidad de home office. Este cambio en la dinámica de trabajo también tuvo sus desafíos. El principal fue delimitar los horarios laborales, por el hecho de que las personas tenían que estar todo el día en casa, pero al mismo tiempo mantenían sus responsabilidades. Al respecto, Natalia dijo que el rol de los equipos de recursos humanos en las grandes empresas fue determinante, ya que debían estar al tanto de la situación sanitaria de todos los colaboradores.
Otro desafío para este cambio de paradigma fue la cuantificación laboral. Es decir, el tiempo que cada persona en casa le dedicaba a las tareas propias del trabajo. “Por suerte en las empresas comprendieron que los empleados rinden muy bien aunque no se encuentren en el espacio físico de la compañía”, enfatizó la Lic. Suárez al referirse a las nuevas dinámicas que impuso la pandemia.
Además, el teletrabajo también exigió a las personas organizar mucho mejor la agenda para compatibilizar las actividades del hogar con la jornada laboral.
En cuanto a las búsquedas laborales que se realizan actualmente, Natalia Suárez explicó que se puntualiza bastante en la posibilidad del trabajo remoto, la capacidad de organización de los postulantes y la definición de objetivos claros.
Entre tantos shocks negativos que produce la pandemia, la Lic. Suárez también identificó aspectos positivos. Esta situación llevó a que se tomara mayor conciencia sobre la importancia de la gestión del talento humano. Hay bastantes empresas que por primera vez están contratando equipos especializados para ocuparse de esta tarea que es esencial. “Quedó clara la necesidad de profesionalizar los recursos humanos y eso colabora tanto con la empresa como con las personas”, resaltó Natalia.
En cuanto a aprendizajes, la Lic. Suárez hizo énfasis en la importancia de reinventarse. “Descubrimos que hay otras formas de hacer y de salir adelante. Mucha gente ha emprendido en este tiempo y eso es algo que deberían destacar en sus curriculums”, concluyó.
