Por Dossier San Juan
Desde la Policía de San Juan afirman que el caso “ya está resuelto” y los caños apuntan al menor como autor. Además, una radiografía del terrible asesinato en 9 de Julio.
Un hombre de 31 años, identificado como Alejandro Rafael Guerra, estaba siendo intensamente buscado por la Policía de San Juan durante la mañana del viernes pasado, luego de que no llegara a su vivienda en la madrugada de ese día.
Finalmente, el muchacho apareció sin vida en un descampado a unos 100 metros del barrio Taranto, en Las Chacritas, localidad de 9 de Julio. Guerra, quien tenía un retraso madurativo, estaba ensangrentado entero y con varios cuchillazos a la altura de su cuello.
Horas más tarde, dos adolescentes, amigos de la víctima, se entregaron en la Comisaría 31ª pues ambos estaban siendo buscados por los efectivos. Uno de ellos, de apellido Montaño y de 17 años, es el hijastro del hermano de Guerra; el otro, identificado como Alexís Tobías Joel Zárate Quiroga, de 19 años, un amigo del menor.
Según los uniformados, el caso “está casi resuelto” ya que hay varias pruebas que complican la situación procesal de los detenidos e, incluso, dan cuenta de que fueron ellos los que asesinaron a la víctima.
Ahora, uno de ellos es menor por lo que surgió la duda de si se trataba de alguien impune o que puede ser condenado. Esta cuestión fue respondida por los especialistas, quienes afirmaron que el muchacho estará en libertad, o en un hogar de menores, hasta que cumpla los 18 años –los que cumple en noviembre próximo- y será juzgado por la Justicia de Menores, como ocurrió en casos anteriores. La pena que podría recibir sería la misma que la de un mayor.
¿Cómo fue el crimen de Alejandro?
Tanto el fallecido como los dos detenidos se dirigieron al cumpleaños de un sobrino de Alejandro Guerra, durante la noche del jueves 15 de octubre. Estuvieron allí hasta cerca de la medianoche cuando finalizó el encuentro. Luego, decidieron seguir tomando bebidas alcohólicas en una vivienda del barrio Taranto, propiedad de la madre del menor detenido.
En un momento, afirmaron fuentes policiales, Montaño intentó robarle el celular a Guerra, y éste le respondió con unos golpes de puño. La pelea siguió hasta que el menor sacó un cuchillo y le acertó al menos tres cuchillazos en el cuello. Guerra murió desangrado en la vivienda.
Ahora, la cuestión era cómo se deshacían del cuerpo. Primero, le llamaron a un amigo de ellos. Siempre le pedían que los buscara cuando robaban objetos en distintas viviendas para llevarse el botín. La idea era que los buscara para llevar el cuerpo hacia otro lado y tirarlo. Sin embargo, el tercero les respondió negativamente a ese pedido.
Ya sin otra opción, decidieron arrastrar el cuerpo hasta el descampado colindante. En total, lo arrastraron unos 100 metros. Luego, regresaron e intentaron limpiar todas las manchas de sangre que había en la casa. Sin embargo, fue imposible, en el hogar había sangre por todas partes. Finalmente, huyeron del domicilio.
La familia de Guerra radicó la denuncia de su desaparición en la Comisaría 31ª. Comenzaron a buscar el cuerpo y, sobre el mediodía del viernes pasado, lo encontraron en el descampado donde lo habían tirado. Los vecinos apuntaron a los dos detenidos ya que eran los únicos a los que vieron realizando maniobras sospechosas en la madrugada.
Los buscaron pero se terminaron entregando con sus abogados en la dependencia policial de Las Chacritas. Al periciar la vivienda donde estuvieron esa noche del crimen, se encontraron con una enorme cantidad de manchas de sangre y con un cuchillo, pruebas que evidenciaron que allí asesinaron a Guerra. Todas fueron levantadas por Criminalística y aún las están estudiando.
Lo cierto es que, pese a los resultados de esas evidencias, en la Fuerza afirmaron que el caso “ya está resuelto” porque, además de las pericias, los vecinos reafirmaron que los vieron deambular por la “sospechosamente” y porque, en el momento de la búsqueda del fallecido, “tenían marcas de golpes en las manos, se los notaba muy nerviosos y hasta temblaban”, dijeron voceros policiales.
