Por Dossier San Juan
Se trata de Diego Espejo, quien a fines del 2021 mató a balazos a quien era su pareja, Oscar Mura. La Justicia ratificó el fallo en su contra.
El 25 de noviembre pasado, los jueces Federico Rodríguez, Gema Guerrero y Ana Lía Larrea decidieron condenar a prisión perpetua a Diego Espejo, de 28 años, único acusado de dispararle cuatro veces hasta dar muerte a quien era su pareja, el agente de Policía Oscar Armando Mura (28).
El hecho se produjo durante la madrugada del 19 de marzo pasado en un departamento que ambos alquilaban en el barrio Sarmiento, Chimbas. En un principio la defensa del imputado, el abogado Gustavo de la Fuente, había pedido solamente 8 años de prisión.
El letrado sostuvo que su cliente reconocía el homicidio pero argumentó que él era víctima de violencia por parte del fallecido. Pero los jueces no lo creyeron y adhirieron al pedido del fiscal de la UFI de Delitos Especiales Francisco Micheltorena y de la abogada querellante.
Inmediatamente, Espejo decidió apelar la sentencia y recurrió a una instancia superior para que revisen el fallo. Este jueves, el Tribunal de Impugnaciones, que estuvo a cargo del juez Benedicto Correa, decidió no hacer lugar al planteo encontrando culpable del crimen a Espejo.
El delito que le atribuyeron fue homicidio agravado por la alevosía (matar a alguien indefenso) y por la relación de pareja con la víctima, y por ello le dieron condena perpetua. Es el primero en recibir esta pena, la más alta desde que entró en vigencia el Sistema Acusatorio.
Para el fiscal Micheltorena, su equipo y la abogada de la parte querellante, Espejo estaba enamorado, temía que Mura lo dejara y en un arranque impulsivo aquella madrugada le sacó el arma reglamentaria y lo ultimó, para luego esposarse y fingir que el policía lo había atacado.
Aquel 19 de marzo ambos estuvieron tomando bebidas alcohólicas en un bar. Sobre las 2:30, llegaron al departamento que alquilaba el policía, sobre calle Eladio Quiroga, en el interior del barrio Sarmiento, en Chimbas. Según la investigación, llegaron en completo estado de ebriedad.
Acto seguido, tuvieron relaciones sexuales y luego Mura se durmió. Aparentemente, Espejo habría encontrado un preservativo usado -y no con él-, lo que causó la furia del joven. Sigilosamente, fue hasta el lugar donde el policía guardaba el arma y le disparó en cuatro ocasiones.
Así le causó la muerte de manera instantánea. En su momento, Diego Espejo manifestó que ‘vivía con amenazas, con golpes, obligándome a no estar con otras personas. Me estaba alejando de mi familia. Estaba pasando por un momento que no se lo deseo a nadie’.
